En 1975, don Alfonso Soler Ramírez tiene la iniciativa de arreglar la plataforma donde la Virgen era llevada en procesión durante toda la noche. Durante 23 años él diseñó, arregló y pagó el costo que implicaba tener una plataforma digna de la Patrona de Huamantla.
Esta ofrenda de fe que Don Alfonso hacía no era casualidad, ya que desde su adolescencia fue un humilde y fiel devoto de la Santísima Virgen y perteneció a la Adoración Nocturna.
Es así como inicia la tradición de la familia Soler quienes diseñan año con año, el ahora “Carro de la Virgen”.
Al morir don Alfonso en 1998, esta enorme responsabilidad la tomó uno de sus hijos, Alfonso Soler Amador quien junto con su esposa Gloria Rivera Lora y sus tres hijas: Gloria Esther, María Elena y Natalia, se encargan de bocetar, diseñar y elaborar junto con algunos escenógrafos que ellos mismos contratan, el carro de la Virgen que nos sorprende cada año.