Elizabeth Muñoz Vásquez*
15 de octubre de 2019
En el mes de octubre se realizan diversas conmemoraciones de suma importancia, destaco tres: el Día de la Mujer Rural, Día Mundial de la Alimentación y el del Sufragio Femenino en México, que corresponden al 15, 16 y 17 de octubre respectivamente.
Y en este espacio me referiré al Día Mundial de Alimentación, ya que desayunar, comer o cenar se nos hace algo muy normal, es necesario e indispensable para sobrevivir, esto desde que nacemos hasta que morimos y es un proceso tan rutinario que no pensamos y menos valoramos lo que implica que en la mesa de nuestra casa haya comida y menos cuando se tiene la posibilidad de que se sirvan los tres alimentos en el día o mínimo dos.
Sobre la alimentación existen una diversidad de problemas, desde el hambre que enfrentan diversos países en el mundo, hasta los problemas de salud por los estilos de la mala alimentación que hemos adquirido.
En relación al hambre en el mundo el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)1, señala que la hambruna está amenazando de manera creciente la vida de millones de niños y niñas en el mundo. Sudán del Sur, Yemen o Somalia, son algunos de los países en los que la desnutrición infantil ha alcanzado niveles muy preocupantes y señala tres causas fundamentales que originan este grave problema: la guerra, el cambio climático y la inestabilidad política.
Hambre y guerra:
Hambre y cambio climático:
Hambre y la inestabilidad política:
La inestabilidad política en varios de los países afectados es consecuencia del fenómeno del hambre. La debilidad de las instituciones impide tomar medidas para luchar contra la desnutrición de la población, como por ejemplo, el almacenamiento de alimentos para hacer frente a las épocas de escasez.
Con base al portal digital The Hunger ProjectMéxico2, las cifras sobre el hambre en el mundo son:
Si lo vemos por regiones la situación no es nada halagadora pues padecen hambre:
Mujeres, niñas y niños los más afectados
¿Qué pasa en México?
Cada año se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos desde que se producen, se transportan, almacenan y consumen, de acuerdo a cifras del Banco Mundial.
Anualmente la cantidad de alimentos que se desperdician en México, son muy altas pues se calcula que cerca de uno de cada 10 kilos de toda la producción agropecuaria y pesquera del país no se aprovechan.
Si fuéramos más responsables, NO se desperdiciara tanta comida, y cada año sería posible que 7.4 millones de mexicanos tuvieran alimentos en su casa.
Así mismo, debido a la desnutrición por lo menos el 14 por ciento de los niños menores de cinco años retrasan su crecimiento, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y se afecta también su desempeño escolar pues las niñas y niños con mala nutrición tienen 11 veces menos posibilidades de terminar la secundaria.
En los últimos 65 años se han registrado más de dos millones de muertes prematuras en México debido a la desnutrición crónica, pues son población propensa a padecer anemia, enfermedades respiratorias o diarrea.
Y todo esta situación, evidentemente no genera desarrollo a México y entonces yo le pregunto a Usted
¿Cada vez que va a comer valora el tener ese plato con comida en su mesa?
¿Sabe lo que implica que los alimentos lleguen a casa?
¿Le explica usted a sus hijas e hijos lo que cuestan los alimentos y les enseña a no desperdiciarlos?
¿Hace cuentas del dinero que representa lo que tira en comida?
¿E incluso le molesta que llueva, cuando de ello depende la producción de diversos alimentos?
¡Tal vez estamos esperando a pasar por una crisis para valorar lo que tenemos y lo que comemos!
1 https://www.unicef.es/blog/por-que-sigue-habiendo-hambre-en-el-mundo
2 https://thp.org.mx/mas-informacion/datos-de-hambre-y-pobreza/