En la Cámara de Diputados, el debate sobre la reducción de la jornada laboral se reactivó, con cuatro propuestas en discusión que buscan establecer una semana laboral de 40 horas con dos días de descanso por cada cinco trabajados, de aprobarse se reduciría la jornada de 48 a 40 horas semanales. Los proyectos fueron presentados por Movimiento Ciudadano (MC), el Partido del Trabajo (PT) y Morena, plantean diferentes enfoques para implementar este cambio, que podría concretarse antes de 2025.
Implementación gradual por tamaño de empresa
La iniciativa del diputado Manuel Vázquez (Morena) propone una implementación escalonada, en la que la reducción de horas se aplicaría según el tamaño de la empresa. Así se permitiría a las grandes empresas adaptarse en seis meses, a las medianas en año y medio, a las pequeñas en dos años y a las microempresas en tres años y medio. La propuesta tiene como objetivo dar margen de maniobra a las empresas más pequeñas para ajustarse sin afectar su estabilidad económica.
Programa piloto y transición gradual
El diputado Juan Ignacio Zavala (MC) presentó una alternativa que sugiere un programa piloto de un año coordinado por las Secretarías del Trabajo y de Economía, con el fin de evaluar el impacto en productividad antes de aplicar una transición a nivel nacional. Una vez concluido el piloto, la Secretaría del Trabajo tendría un plazo de 180 días para definir un esquema de transición gradual que permita ajustar las jornadas laborales a un máximo de 40 horas semanales.
Protección salarial obligatoria
Todas las iniciativas presentadas subrayan que el recorte de horas no debe ir acompañado de una disminución salarial, lo que asegura que los trabajadores mantengan su compensación total. Algunos proyectos buscan incluso establecer este derecho en la Constitución, de modo que los empleados reciban su salario íntegro en los dos días de descanso. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) respalda esta medida como una buena práctica ante la reducción de jornada.
A diferencia de propuestas anteriores, las iniciativas actuales contemplan también a los trabajadores al servicio del Estado. Esto significa que dependencias públicas, tanto federales como locales, deberán implementar la semana laboral de 40 horas si las propuestas avanzan en el Congreso. Se estima que esta medida beneficiaría a casi cinco millones de servidores públicos en todo el país, un grupo que anteriormente no estaba considerado en las iniciativas previas.
Los impulsores de las iniciativas destacan la necesidad de reducir la jornada laboral para mejorar la salud de los trabajadores y optimizar la productividad en el país. México es uno de los países con más horas de trabajo anuales, pero esta carga laboral no se traduce en altos niveles de productividad, a diferencia de economías que tienen semanas laborales más cortas. Además, los legisladores han señalado que largas jornadas de trabajo generan altos niveles de estrés y problemas de salud en la población laboral.
De concretarse, se modificaría la Ley Federal del Trabajo en beneficio de los trabajadores. Te estaremos informando si alguna propuesta se acerca a convertirse en realidad.